Viajes para revivir el miedo de tus escenas preferidas

El día favorito de los amantes del terror está aquí. Aunque las celebraciones de Halloween comenzaron hace cientos de años como parte de un festival de la cosecha, hoy es una típica festividad americana plagada de disfraces, sarcófagos, momias, casas embrujadas y rituales escalofriantes. Algunos prefieren acompañar a los más pequeños a hacer truco o trato, otros hacen maratones de películas de terror para irse a dormir con escalofríos y otros prefieren viajar, aprovechando el puente de Todos los Santos.

Para los que no quieran renunciar a ninguna de las tres cosas, Booking.com, líder mundial en conectar a viajeros con la mayor selección de alojamientos del mundo, ha seleccionado seis destinos donde recrear clásicas películas de terror. Los visitantes sólo tendrán que cuidarse de no acabar en un hotel como el de Jack Nicholson.

El silencio de los corderos (1991) / Baltimore, Maryland. EEUU

Además de ser la sede de la célebre Universidad John Hopkins y una de las ciudades portuarias más importantes de la costa este, Baltimore es el lugar donde estaba confinado Hannibal Lecter en El silencio de los corderos. Cuando la agente del FBI Clarice Starling tiene que recurrir a él para resolver el caso del asesino Buffalo Bill, va a buscarlo al Hospital Psiquiátrico Estatal de Baltimore. El caníbal más famoso del cine había desarrollado su carrera como psiquiatra en el John Hopkins Medical Center y era toda una celebridad en la ciudad, antes de ser capturado por el agente especial Will Graham.

Drácula, de Bram Stoker (1992) / Londres, Reino Unido

Aunque la historia del famoso vampiro ha sido readaptada múltiples veces casi desde el comienzo del cine, la versión de Francis Ford Coppola es una de las más recordadas. El telón de fondo para su historia es Londres, después de que el conde Drácula se enamore de la novia del protagonista, Jonathan Harker, y viaje desde Transilvania hasta la capital británica para conquistarla. Londres aparece oscura y sumida en plena Segunda Revolución Industrial en el siglo XIX, una ubicación tenebrosa para que Gary Oldman seduzca a Winona Ryder.

El orfanato (2007) / Llanes, Asturias

Juan Antonio Bayona dirigió en 2007 una de las películas españolas de terror más escalofriantes del cine reciente. La familia de Laura, interpretada por Belén Rueda, se muda al orfanato donde ella vivió de niña y pronto comienzan a pasar sucesos extraños. El viejo caserón donde se instalan es la Villa Parres o Palacio de Partarríu, una mansión de 1898 ubicada en Llanes, Asturias. Los paisajes verdes, los cielos encapotados y la bruma cercana al mar enmarcan perfectamente esta magistral cinta de terror fantástico.

El resplandor (1980) / Boulder, Colorado. EEUU

La película de culto de Stanley Kubrick sigue a un escritor que acepta encargarse del mantenimiento del Overlook Hotel, un establecimiento de montaña que permanece cerrado durante la temporada de invierno. A los pies de estas montañas, las Rocosas, se encuentra Boulder, una ciudad tranquila que alberga la universidad más grande del estado de Colorado. El aislamiento del Overlook Hotel del resto de la ciudad y su influencia maléfica acaban trastornando al personaje interpretado por Jack Nicholson.

Babadook (2014) / Adelaide, Australia

Pese a que Adelaide es una ciudad apacible y costera en la Australia meridional, conocida por su efervescente vida cultural, también es el escenario de la escalofriante Babadook. El hijo de Amelia, Samuel, está obsesionado con que un monstruo quiere hacerle daño. Ella lo ignora hasta que comienza a percibir que una presencia extraña realmente amenaza a su hijo y que sus imaginaciones tal vez son más reales de lo que parecen. Hasta el director de El exorcista dijo que era una de las películas más terroríficas que había visto nunca.

REC (2007) / Barcelona, España

La saga del director Jaume Balagueró se ha convertido en todo un referente del cine de terror. En la primera entrega, una periodista y su cámara acuden a la llamada de una señora atrapada en su casa para hacer un reportaje, pero cuando llegan, se ven encerrados en el edificio y deben escapar de los seres que los persiguen. Barcelona actúa como marco de esta cinta de terror psicológico, que fue filmada enteramente en el edificio Cedimatexsa, en plena Rambla. Las siguientes películas también se grabaron en la ciudad condal, con el terror como columna vertebral de todas las entregas.